¿A dónde van a parar los RAEE que no se reciclan?
Llega tu cumpleaños, celebras tu aniversario o, simplemente, quieres darte un capricho. Cualquier pretexto nos sirve para comprarnos ese móvil de última generación o cambiar la televisión que, a nuestro modo de ver, se ha quedado obsoleta. Pero entonces, ¿qué hacemos con esos pequeños electrodomésticos que ya no queremos? ¿A dónde van a parar los RAEE que no se reciclan?
La falta de conciencia social, el desconocimiento y el hecho de que los aparatos eléctricos y electrónicos tengan un ciclo de vida cada vez más corto, hace que las cifras de reciclaje no sean las más deseadas.
Aunque la tendencia está cambiando, en España, alrededor del 55% de los residuos eléctricos y electrónicos se gestionan, de una manera u otra, por fuera del control de los SCRAP, y en el caso concreto de los pequeños aparatos ese porcentaje es aún mayor.
Esta situación es preocupante no sólo por los problemas de contaminación que ello acarrea en nuestro planeta, sino porque además se pierden muchos materiales valiosos que podrían reintroducirse en el ciclo productivo.
Por ello, es muy importante saber dónde terminan esos pequeños electrodomésticos para así tomar conciencia y poder empezar a cambiar las cosas.
El hecho de que los países africanos carezcan de un marco legal que ponga freno a la llegada incontrolada de este tipo de residuos, los convierten en blanco fácil, convirtiéndolos en cementerios y vertederos, en la mayoría de los casos, ilegales.
Pero estamos a tiempo de reaccionar. Sólo de nosotros depende un consumo responsable y de las empresas un tratamiento adecuado de los RAEE. Reciclar y reciclar bien está en nuestras manos.